miércoles, 8 de agosto de 2007

¡EN LA TORRE! Parte 1.


Cualquier mexicano que no se haya escondido bajo una piedra o encerrado en un cuarto oscuro en los últimos días ha escuchado hablar de la Torre Bicentenario, el nuevo tema de discusión en los diversos medios comunicativos que involucran a autoridades, especialistas en diversos temas, personas involucradas y otros que quizá ni vengan al caso para evaluar la viabilidad, el impacto, los beneficios, la posibilidad y más que nada para tener un tema de discusión sobre la mesa.

Pero ¿qué demonios es la Torre Bicentenario y cuál es el maldito problema? Bueno, el problema es depende la postura en la que cada quien se acomode. Porque ya sabemos que de versiones tenemos muchas y si nos vamos a las declaraciones no acabamos jamás… Vámonos a lo básico.

Como cualquier mexicano que haya pasado por la primaria (aunque sea dormido) sabe, estamos a unos cuantos añitos de celebrar el bicentenario del Inicio de la Independencia, gestada en 1810. Pues bueno, con pretexto (porque en realidad no es motivo) de esta gloriosa fecha, se pretende construir una super mega torre auspiciada por dos empresas super cañonas de la construcción. Por un lado un corporativo español llamado Pontegaeda cuyo propietario es nada más y nada menos que Amancio Ortega el dueño de grupo Inditex o Grupo Zara si prefieren (la ropa, pues) y la empresa mexicana Grupo Danhos, cuyo director general es Jorge Gamboa del Buen, quien en sus buenos tiempos fue Coordinador de Reordenamiento Urbano del otrora Departamenteo del Distrito Federal en los tiempos de Manuel Camacho Solis… ¿qué tal? ¿vamos atando cabos? ¡Esperense a que entre Marcelo Ebrard y El Peje a la escena y la historia está más interesante que Blanca Nieves, ¡Lo juro!

Pero antes, un corte comercial. No hay que pecar de lo que pecan otros sin hablar de la torre en sí misma. La torre es una obra arquitectónica del llamado arquitecto “superestrella” holandés Rem Koolhaas y su equipo, OMA quien por medio de este diseño de formas atrevidas hace su debut en Latinoamérica. La ambición es clara: construir la torre más alta de Latinoamérica, con 70 niveles, 6 sótanos y 300 metros de altura. Inspirado en las pirámides de Chichén Itzá, su forma es similar a la de dos pirámides que se encuentran, y tendrá dos grandes vacíos que darán luz natural y ventilación la interior del edificio. Además, cuenta con un enorme observatorio que permitirá contemplar la ciudad y el cercano Bosque de Chapultepec. Pero no sólo eso. Está contemplado que , de hacerse, claro, contará con un buen de espacios públicos como gimnasio, tiendas, restaurantes, centro de convenciones, un museo y oficinas. ¿Apoco no suena de pelos? Pues aquí va la complicación.

Todavía no acababa de anunciar Marcelo Ebrard, jefe de gobierno Capitalino la construcción de esta octava maravilla que pretenden ubicar en Lomas de Chapultepec, cuando se empezaron a unir las voces de protesta por diferentes puntos.

Para empezar tenemos que el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de la Delegación Miguel Hidalgo, que no es otra cosa más que el que rige los usos de suelo y altura de las construcciones, establece que justito el lugar donde quieren ubicar la torre, que es un predio ubicado en la calle de Pedregal número 24, no se puede hacer una construcción mayor a 24 metros (y como verán pues menos de 300). Ebrard ante esto dijo que no había bronca, que lo que iba a hacer es cambiar eluso de suelo de la zona en poco tiempo, y no se pueden imaginar como se pusieron los vecinos. Y no están solos, porque la delegada en Miguel Hidalgo Gabriela Cuevas va por todas también para argumentar con lo que pueda.

Pero ese no es el único problema. El predio éste no crean que es un lote vacío. Ahí hay una construcción. Se trata de “Super Servicio Lomas”. Y no crean que ahí se pusieron necios o algo, lo que pasa es que a pesar de que uno puede pasar por ahí y no maravillarse con la construcción, el edificio que se encuentra donde se ubicaría la torre Bicentenario es un predio que data de 1940 y que el Instituto Nacional de Bellas Artes lo calificó como un inmueble con “valor arístico relevante” por lo que no se puede demoler. ¿cómo la ven?


Pero para seguirle sumando a las broncas, a pesar de que se la viven discute y discute sobre el tema la famosa Torre, bautizada por muchos como La Torre de Babel, La Torre de la Discordia y otros adjetivos tiene más broncas. Lo que pasa es que el proyecto todavía no tiene los estudios reales de impacto urbano ni ambiental con los que pueden acreditar su viabilidad y last ,but not least, un permiso que otorga Aeronáutica Civil para las megatorres. La Bicentenario la necesita de manera súper especial, ya que la Fuente de Petróleos , que se encuentra cerquititita, es el punto de referencia de los pilotos para iniciar, con vuelta a la izquierda, el descenso de los aviones que vienen del norte para poder así enfilarse y aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Hasta aquí es por donde van en materia de permisos y las trabas y demás cosas que se discuten. ¿qué argumentan los que si quieren que se haga la torre? Eso lo discutimos en la segunda entrega.. Ya saben, para no hacerlo más pesado de lo que ya es..

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